Un recorrido por la historia de la impresión

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La impresión de fotos y documentos cuenta con un amplio recorrido y, a pesar de la revolución digital, el papel y otros soportes físicos continúan siendo una pieza clave a nivel comunicativo. En el mercado se pueden encontrar empresas especializadas, con una amplia trayectoria en el sector de la impresión en papel, tela, álbumes personalizados, carteles o artículos de merchandising, que ofrecen una calidad diferenciada, no sólo en el resultado final sino, también, en el acceso a servicios complementarios, asesoramiento o apoyo técnico.

A continuación, se revisa el origen y evolución del arte de la impresión, así como algunos de los principales acontecimientos que marcaron un antes y un después en la industria del papel.

Impresión de documentos: El origen de una industria que marcó un punto y a parte

Los registros más antiguos de que se tienen constancia datan del siglo II. Todo parece indicar que fue entonces cuando los antiguos chinos implementaron un sistema a través de bloques de madera para transferir imágenes de flores de seda. En los siglos posteriores se pueden encontrar técnicas derivadas o muy similares como, por ejemplo, en el antiguo Egipto romano donde, alrededor del siglo IV, se implementó la impresión en paño también con bloques de madera.

Para la llegada del papel en los procesos de impresión, se debe esperar hasta el siglo VII, concretamente al año 868, cuando se creó el Sutra del Diamante, el que pasó a ser el primer libro impreso completo de la historia.

Por otra parte, los primeros métodos de mecanización llegaron en el año 1040 de la mano de Pi Sheng, en China, con el primer sistema de impresión con tipos móviles y compuesto por un conjunto de piezas de metal que permitían llevar a cabo impresiones haciendo el proceso más flexible, ágil y eficiente. Esta técnica se perfeccionó con el paso del tiempo, dando un salto cualitativo significativo en el siglo XIII cuando los coreanos inventaron un dispositivo de impresión móvil integrado por tipos de metal y que implementaba el método de encasillamiento empleado en la fundición de monedas.

La revolución de Gutenberg

A pesar de que los sistemas de impresión se refinaron gradualmente, la impresión masiva era aún una utopía por lo que esta quedaba limitada a una función prácticamente ornamental. Sin embargo, esta situación cambió drásticamente gracias a la aportación de Johannes Gutenberg, un artesano de origen alemán que creó la innovadora máquina de impresión de prensa que marcaría un antes y un después en la historia. Fue en 1452 cuando inició la impresión de su popular proyecto titulado “La Biblia de Gutenberg”. Su sistema se mantuvo como un estándar hasta bien entrado el siglo XX.

Poco a poco, la aportación de Gutenberg se fue perfeccionando para suplir una demanda cada vez mayor de materiales impresos. El inglés Earl Stanhope participó en la mejora del sistema con la fabricación de una imprenta de hierro fundido en el año 1800 con mayor capacidad de producción y prestaciones técnicas más sofisticadas.

En la actualidad, la impresión puede llevarse a partir de sistemas digitales capaces de asumir un ritmo de trabajo mucho más elevado que el que permitía la maquinaria del pasado. Hoy es posible imprimir más contenido en una sola hora que lo que se lograba imprimir en todo un año en el siglo XV.

Su evolución no ha terminado, a lo largo de las últimas décadas hemos podido asistir a la introducción de nuevas metodologías, materiales y sistemas como puede ser la tinta electrónica o la impresión 3D.


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