Ya se tiene el ganador de la VII edición del Premio Mapei a la Arquitectura Sostenible, concurso nacional dirigido a profesionales que desarrollan sus proyectos con respeto a los valores medioambientales, económicos y sociales propios de un desarrollo sostenible y distingue, mediante una serie de premios, a aquellas propuestas que combinen una alta calidad arquitectónica con un mínimo impacto en el medioambiente.
Profesionales de reconocido prestigio formaron el jurado de esta edición: Sonia Hernández-Montaño Bou, arquitecta, Máster en bioconstrucción por el IEB-UdL. Fundadora del estudio Arquitectura Sana; Patrizia Di Monte, arquitecta por el I.U.A.V. de Venezia, Máster por la ETSAB, fundadora junto con Ignacio Grávalos gravalosdimonte arquitectos en Zaragoza; Manuel Sánchez-Villanueva Beuter, socio fundador del despacho HAZ Arquitectura 1997, Arquitecto por la ETSAV 1996; María Langarita, Doctora arquitecta por la Universidad Politécnica de Madrid (2016, UPM), fundadora junto con Victor Navarro del estudio de arquitectura Langarita Navarro; así como Bruno Sauer, arquitecto, director general de GBCe y Dolores Huerta, arquitecta y directora general del GBCe; Mar Penin, arquitecta y jefa de la oficina técnica de Mapei Spain, S.A.U. y Paula Rivas, arquitecta y directora técnica del GBCe. Secretaría del Jurado.
El jurado quizo enviar un mensaje a las futuras generaciones premiando aquellos proyectos didácticos capaces de abrir nuevas vías y otras formas de habitar apoyándose en actuaciones en las que la sostenibilidad es protagonista.
El compromiso de Mapei con la descarbonización se extiende a la reducción del consumo de energía primaria y las emisiones de CO₂ en todo el ciclo de vida del edificio. Las emisiones de CO₂ son las responsables del cambio climático y su mitigación se encuentra en el centro de las políticas españolas, europeas y mundiales. El Premio Mapei pone el acento en esta urgencia y no solo se centra en valorar la eficiencia energética y la reducción de la demanda, es decir, en la reducción del carbono operativo, sino también en las emisiones asociadas a las fases de producción, construcción o rehabilitación y fin de vida del edificio, que conforman el carbono embebido; además de evaluar la gestión de los recursos naturales (ciclo del agua y elección de materiales), la salubridad y el confort de los espacios, los aspectos sociales del proyecto y la adopción de estrategias innovadoras
El Premio Mapei 2023 incorporó como novedad un premio especial, el objetivo de este premio es reconocer el edificio que haya alcanzado los mayores estándares de salud y bienestar para sus ocupantes entre los proyectos finalistas. El “premio especial al edificio saludable” tendrá una dotación económica específica, al margen de los tres premios ya existentes.
Con el fin de asegurar el máximo rigor técnico en la selección, evaluación y fallo de los premios, Mapei cuenta además con la colaboración del GBCe (Green Building Council España), asociación sin ánimo de lucro que aúna a representantes de todos los agentes del sector de la edificación con el fin de contribuir a la transformación del mercado hacia una edificación más sostenible; y quien es Promotor Oficial.
Los premios están dotados con más de 11.000 € entre las cuatro categorías, más becas del GBCe, placa para el edificio, trofeo, diploma y amplia difusión.
Una vez evaluadas las diez propuestas seleccionadas como resultado del análisis de la documentación técnica realizado por parte del Comité Técnico del GBCe, y como resultado de las deliberaciones, el Jurado premió los siguientes proyectos:
Primer premio:
24 Viviendas de protección pública en Platja d'en Bossa, Ibiza.
Proyecto austero y sincero que hace un uso honesto de los materiales que se muestran con sencillez. La solución propuesta logra los objetivos basándose en la rotundidad geométrica y material e implementando las estrategias necesarias, sin buscar la superposición de soluciones. Se valora la implantación que se hace en el entorno y cómo las viviendas se relacionan tanto con el exterior como con los espacios interiores que generan también espacios de comunicación y encuentro entre los vecinos.
Segundo premio:
Rehabilitación de oficinas 1822
Se desarrolla el concepto caja dentro de la caja en una intervención rehabilitadora mínima y muy eficaz en la envolvente. Se aumenta la inercia térmica y mejora la iluminación y la ventilación natural logrando una gran calidad de la envolvente sin modificar la imagen original del edificio.
El uso de patios y zonas semiabiertas que introducen el jardín en el edificio genera una diversidad espacial que elimina la jerarquía clásica de las oficinas y permite lugares para reuniones, el trabajo individual o espacios compartidos que multiplican las posibilidades del uso. Además, se ofrece una gran adaptabilidad capaz de albergar usos dispares y variados según la demanda y las necesidades futuras.
También se valora la revitalización de una zona degradada de la ciudad en la que se crea un objeto arquitectónico de gran calidad y es tractor de usos dinamizadores.
Tercer premio:
Raw Rooms - Casas de tierra (43 Viviendas sociales en Ibiza)
Se valora esta propuesta como soporte de vida capaz de adaptarse a diferentes condiciones. Se trata de unas viviendas sociales revolucionarias y replicables que dan respuesta a las necesidades físicas y psicológicas que demanda una vivienda. Las estrategias de sostenibilidad dan respuesta de alta calidad dignificando una solución habitacional para personas vulnerables.
Premio especial al edificio saludable:
Raw Rooms - Casas de tierra (43 Viviendas sociales en Ibiza).
PERIS +TORAL ARQUITECTES
El edificio destaca por la respuesta que ofrece a los cuatro componentes de la salud, la componente química, física, biológica y psicosocial. El uso de materiales naturales favorece la calidad del aire interior, evitando emisiones de elementos químicos contaminantes y ayudando también al equilibrio higrotérmico ambiental. Factores como la iluminación, confort acústico, la protección frente a campos electromagnéticos apoyan la concepción integral de los componentes de la salud. Desde el punto de vista psicosocial, se proponen espacios no jerarquizados y con una gran riqueza en las zonas comunes de encuentro entre personas.