Ha habido que esperar mucho tiempo para poder leer exhaustivamente a Gottfried Semper en castellano, pero esa laguna cultural se ha llenado de golpe por duplicado. Hace menos de dos años se publicó en Buenos Aires la monumental versión de Der Stil realizada por Juan Ignacio Azpiazu (reseñada en Arquitectura Viva 152), y ahora nos llega una extensa selección de sus escritos a cargo de Antonio Armesto, que redacta una idiosincrásica introducción. Traducidos en un excelente castellano por el también arquitecto y profesor Manuel García Roig y editados por la Fundación Arquia en Barcelona, los textos de Semper aquí recogidos son en cierta medida complementarios de la obra argentina, porque el solape se limita a los fragmentos de El estilo, sólo 25 de las 188 secciones que forman los dos tomos originales del autor alemán.
La actual selección procura dar un panorama completo del pensamiento de Semper, incluyendo las Observaciones sobre la policromía de 1834, fragmentos de la inédita Teoría comparada de la Arquitectura de 1849- 1850, el mítico texto sobre Los cuatro elementos de la arquitectura de 1854, las propuestas sobre Ciencia, industria y arte de 1852, un fragmento de la también inédita Teoría de la belleza formal de 1856-1859 y las ya mencionadas secciones de los tomos I y II de El estilo, publicados en 1860 y 1863, que se complementan con los borradores del tomo III, redactados en torno a 1869, y con una ilustrativa conferencia de ese mismo año sobre los estilos arquitectónicos: un recorrido generoso por la ideas de un autor fundamental, que suponen un avance sobre los cuatro textos incluidos como anejos en La casa de un solo muro de Juan Miguel Hernández León, que Nerea publicó en 1990.
Más amenos de lo que podría esperarse, habida cuenta de las advertencias que a veces se formulan sobre lo hermético de su lenguaje, los textos de Semper rezuman inteligencia, erudición e incluso ironía, y el estímulo que suministra su lectura explica bien las razones de su testaruda influencia. Muchos de los que nos familiarizamos con las tesis de Semper en los años setenta y ochenta lo hicimos a través de autores como Joseph Rykwert, Philip Steadman o Michael Podro, y sólo tuvimos ocasión de leerlo directamente cuando Wolfgang Herrmann y Harry Francis Mallgrave abordaron la colosal tarea de verterlo al inglés, primero en las selecciones de textos publicadas por MIT Press en 1984 y Cambridge University Press en 1989, y después en la formidable edición de Der Stil que dio a la luz el californiano Getty Institute en 2004.
Pero ahora podemos leerlo ya en castellano, y en este idioma están disponibles también las dos mejores introducciones al pensamiento de Semper y a su influencia en la arquitectura del siglo XX: el texto de Mallgrave en la edición del Getty, que traduce Azpiazu en la suya propia; y El principio del revestimiento, una obra luminosa de Giovanni Fanelli y Roberto Gargiani, publicada por Laterza en 1994 y por Akal en 1999 (traducida por Juan Calatrava), que evidencia la importancia del Bekleidung textil en la construcción contemporánea, y que los autores han prolongado en 1998 con una Storia dell’architettura contemporanea (véase Arquitectura Viva 143) que encuentra en los Entretiens de Viollet-le-Duc y en Der Stil de Semper los dos polos de estructura y revestimiento que activan la obra de los maestros modernos. Lean pues al Viollet estos días celebrado con una gran exposición en París, pero no dejen de leer al Semper ahora más disponible en nuestro idioma, sin dejarse intimidar por su lejanía en el tiempo, porque su pertinencia y proximidad son deslumbrantes.