Inspirado en el patio limeño tradicional, el proyecto plantea un espacio al aire libre que resuelve el cierre del parque y permite reconducir a los visitantes hacia los nuevos accesos.
Un espacio intermedio transparente separa la fachada del edificio y la piel hermética del auditorio; además de servir de colchón acústico, convierte la cafetería (con lounge y zona de negocio) en un espacio fluido, que funciona como anillo social.