Mientras que la fachada ha recuperado su aplacado de piedra caliza, en el interior, organizado en torno a un pequeño atrio, los trabajos de restauración se han limitado a la limpieza y el repinte de los acabados originales del edificio.
A partir de un prisma pétreo, se moldea la forma del edificio facetando las superficies y horadando el interior para permitir la entrada de luz natural a través de patios y lucernarios, que en el interior organizan los recorridos expositivos...