La voluntad del Colegio Oficial de Arquitectos de la Comunidad Valenciana por divulgar la arquitectura que aquí se produce ha tenido un nuevo fruto. Esta monografía permite acercarnos de modo minucioso a la obra de Juan Antonio García Solera. Sin duda, uno de los arquitectos más brillantes de Alicante, ciudad para la que redactó el Plan General de Urbanismo y cuya obra ha repercutido con intensidad y fortuna en la misma ciudad.
Su trayectoria, iniciada con su titulación en Madrid en 1953, es un espejo de la evolución de la arquitectura en nuestro país en este último medio siglo: la voluntad de incorporarse a la modernidad en pugna con la retórica monumental del régimen o las sugestiones del mito de la mediterraneidad, los años sesenta —su periodo más fructífero, de una férrea afirmación moderna—, hasta los setenta con la aparición del styling internacional, que se prolonga con una cierta fijación aaltiana. En todo caso, se trata siempre de una arquitectura premiosa que es presentada a través de una selección de treinta proyectos que se muestran y comentan con detalle. Nueve ensayos, donde se interpretan diversos aspectos de su obra, son acompañados de un anexo con la catalogación de toda su producción, que también puede adquirse por separado.
Texto, planos e imágenes ayudan a valorar una obra quizás poco conocida, no así su doble apellido que su hijo Javier ha contribuido a difundir con sus también brillantes proyectos. De tal palo, tal astilla.
