Sueños y espacios
Cuatro relatos transversales
La idea de espacio adquiere una especial nitidez cuando se la adjetiva con la cualidad onírica: paradójicamente, el espacio muestra entonces la elasticidad que le atribuye la Física. La memoria —y todos sus derivados afectivos— y la fantasía distribuyen de una forma peculiar los puntos cardinales y adjudican a los objetos y los espacios unas dimensiones que difícilmente se podrían reducir a los sistemas métricos habituales. Estas páginas reúnen cuatro relatos de Luis Miquel en los que las arquitecturas y el aire que circula entre ellas muestran una familiar extrañeza.
Sima y laberinto
≪Contemplad el abismo que se oculta más allá del corazón de la rosa. Más vuestra prudencia no deberá permitir que la audacia fecunde las naturales tendencias del corazón en la persecución del conocimiento de lo absoluto a través de los sentidos. Mantened vuestra nariz aparte, la lengua tras la barrera de los dientes, cerrad los ojos, apartad el dedo, haced un sepulcro de vuestros oídos y permitid que solo hable el silencio. En ese umbral puede residir una gota aun de la sabiduría necesaria para percibir el aleteo lejano del Misterio (de la Trinidad). Mas si, de cualquier manera, la sima, que se abre profundamente al final del laberinto que forman los aterciopelados pétalos rojos, persiste en su llamada y arrasa la templanza del alma y sitúa alocados corceles en la fantasía, separaos prontamente y acudid al confesor≫ (Adeodato de Colio, monje de Cluny, nacido en el valle de Liébana hacia 1311, muerto en tierra de infieles en 1395, Res inmunda)…[+]
