1933-2021
Hijo de un italiano de orígenes británicos que, con la Segunda Guerra Mundial, retornaría a Inglaterra, y pariente del arquitecto y crítico Ernesto Nathan Rogers, Richard Rogers falleció el 18 diciembre en Londres a los 88 años. Aunque había nacido en Florencia —donde pasó su infancia—, Rogers se afincó definitivamente en Londres, en cuya Architectural Association School of Architecture se graduó antes de trabajar con su primo Ernesto en Milán y obtener una maestría en Yale, donde conoció a quien sería su amigo y rival: Norman Foster. Con él y sus respectivas parejas formó el Team 4, punto de inicio de una larguísima carrera en la que Rogers fue fiel a los hallazgos formales del high-tech, en su caso traducidos en la arquitectura sofisticada, vital y colorista de sus mejores edificios, desde el extraordinario Centro Pompidou que construyó con Renzo Piano a principios de los años ochenta hasta el emblemático Lloyd’s en la City de Londres, pasando por el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo o, ya en España, la excelente Terminal 4 del Aeropuerto de Barajas. En 2020, Rogers —que había ganado el Pritzker en 2007— se retiró de la vida profesional, dejando consolidado uno de los más importantes estudios internacionales: Rogers, Stirk, Harbour and Partners.