Centro de Danza Laban en Londres
El galardón creado en memoria del maestro britá-nico ha recaído por vez primera en una obra reali-zada por un estudio extranjero, el Centro de Danza Laban en Londres, de Herzog & de Meuron. Autores en la ciudad del Támesis de la Tate Modern (que no pudo aspirar al premio porque entonces sólo se otorgaba a obras realizadas en y por arquitectos del Reino Unido), los suizos debían diseñar un edificio que actuara como motor de regeneración para Dept-ford, un enclave en otro tiempo industrial. El arquitecto Chris Wilkinson —ganador con James Eyre de las dos últimas ediciones—, el novelista Julian Barnes y la periodista Isabel Allen —de la revista AJ, que patrocina el premio— formaban parte del jurado que se decantó a favor del proyecto de los de Basilea por la integración que en él se alcanza entre artes visuales (con la colaboración para el color del artista Michael Craig-Martin), danza y ar-quitectura. Con una planta baja concebida como un paisaje abierto que se hace tan denso como un núcleo urbano en la superior, con las salas de ensayo, las dependencias se envuelven en una doble piel de policarbonato y vidrio que deja ver desde fuera las siluetas en movimiento de los bailarines.