El director de The Brutalist, Brady Corbet, ha irritado al mundo de la arquitectura al jugar con su interpretación del brutalismo, la Bauhaus y la inmigración de posguerra.

La película ha despertado tanta ira porque, a pesar de todas sus afirmaciones de ser ficticia, está claramente basada en Marcel Breuer. Al igual que el László Tóth ficticio de Corbet (interpretado por Adrien Brody), Breuer era un arquitecto judío húngaro que se formó en la Bauhaus en Alemania antes de emigrar a Estados Unidos, donde se convirtió en un destacado defensor del brutalismo...

The Guardian. Backlash builds: why the architecture world hates The Brutalist