La Fundación Mapfre muestra en Madrid la intensa colaboración entre los dos grandes artistas españoles en una exposición de más de 170 obras.
Con el sillín y el manillar de una vieja bicicleta, Pablo Picasso (Málaga, 1881-Mougins, 1973) realizó Cabeza de toro (1942), una vanitas, género que reflexiona sobre la fugacidad de la vida, con la que quiso homenajear a su gran amigo Julio González (Barcelona, 1876-París, 1942), fallecido repentinamente en su casa de Arcueil, al sur de París, el 27 de marzo de 1942 a los 66 años. Con la capital francesa ocupada por las tropas alemanas, fueron muy pocos los asistentes al funeral: los familiares más allegados y dos amigos artistas, Pablo Picasso y Luis Fernández. La Cabeza de toro es la pieza elegida para arrancar el recorrido de la exposición ‘Julio González, Pablo Picasso y la desmaterialización de la escultura’, que se puede ver hasta el 8 de enero en la sede madrileña de la Fundación Mapfre...
El País: Picasso, Julio González y el nacimiento de la escultura abstracta