La personalidad inquieta, provocadora, traviesa y también un tanto contradictoria de Emmanuel Rudnitzky (quien adoptó el nombre de Man Ray a los 15 años, cuando su familia de procedencia rusa y judía se trasladó a Nueva York) encajaría a la perfección con el espíritu dadá y surrealista, siendo uno de los pocos fotógrafos asociado a ambos movimientos. De ahí que, con motivo del centenario del Primer manifiesto surrealista, la institución suiza, Photo Elysée exhiba ‘Man Ray. Liberating Photography’...
El País: Man Ray, un poeta tras el objetivo