Hay solo 56.000 plazas para aparcar los 1,6 millones de bicicletas de la ciudad, que dispone de 2.200 kilómetros de carriles.
La pandemia ha espoleado el uso de la bici como medio de transporte seguro, en una ciudad bastante plana y con 2.200 kilómetros de carriles, pero el boom ciclista viene de lejos. De los noventa, cuando la ciudad diseñó el primer programa para incentivar su uso, ampliado cada año con la adición de nuevos carriles. Solo en 2018 se incorporaron 35 kilómetros; en el último lustro, 530, algunos de uso único. El 24% de los neoyorquinos adultos pedalea periódicamente; de ellos, casi 800.000 lo hacen regularmente, según un estudio del Ayuntamiento de 2019. En un día normal de 2017, se produjeron 490.000 viajes sobre dos ruedas en Nueva York (150.000 en 2000). El aumento del número de ciclistas en la Gran Manzana dobla el del resto de ciudades del país: un incremento del 55% entre 2012 y 2017, frente al 27% del resto. La pandemia solo ha multiplicado las cifras: la demanda de trayectos en Citi Bike pasó de 1.086.410 viajes en marzo de 2020 a 2.520.045 en septiembre...
El País: La explosión ciclista desborda Nueva