En las salas del CA2M de Móstoles, en Madrid, están los inicios de Juan Muñoz. La explicación a ese universo, a ratos desasosegante y perturbador, y a ratos clave para entender la condición humana. En la hora violeta (título tomado del poemario La tierra baldía, de T. S. Eliot) se inaugura el 17 de junio, día del cumpleaños del artista, no como una segunda parte —que algo de eso tiene— de la exposición Todo lo que veo me sobrevivirá (cita de la poeta rusa Anna Ajmátova) en la Sala Alcalá, 31, sino como un gran recordatorio de la figura de Muñoz que murió demasiado pronto, pero al que le dio tiempo a convertirse en uno de los exponentes clave del arte español en el mundo. Así lo constata el hecho de que la muestra del centro de la capital se haya prorrogado hasta el 9 de julio por el interés que ha suscitado...