Se prevé que una de cada tres personas tendrá cáncer en algún momento de su vida y que la proporción crecerá pronto hasta una de cada dos. Es una estadística sombría que se debe no sólo al hecho de que vivamos en civilizaciones avanzadas, sino también al éxito de vivir más tiempo: si vives más, la probabilidad de contraer la enfermedad será mayor. El cáncer se produce por un error en la copia del código genético (diciéndolo de un modo superficial) o bien a causa de la entropía (diciéndolo en términos cósmicos). Las actitudes para hacer frente a esta némesis son la vida saludable, el sentido del humor y el compromiso serio. El cáncer ha estado siempre ahí, es una enfermedad sin escrúpulos que tenemos que asumir a la vez como un amigo y como un enemigo: con respeto y, en el futuro, quizá también luchando contra ella mediante la guerra cibernética. Una de las terapias primarias que están ya en el horizonte es acabar con la enfermedad mediante ciberataques, en el momento en que sea vulnerable. Luego están las terapias secundarias o los programas de autoayuda que se necesitan también para sobrevivir, y es esto lo que ofrecemos en los Maggie’s, los centros para el cuidado del cáncer que mi difunta esposa Maggie y yo cofundamos en 1995...[+]