«Debemos cerrar los ojos e imaginar esta galería... Los arqueólogos han encontrado zonas estucadas en color y muchos frescos. Ahora sabemos que el interior del Coliseo era rojo. Sólo el exterior era claro, del color del travertino. La arquitectura antigua estaba siempre pintada en colores vivos; al olvidarnos de ello nos alejamos de la realidad», indica la doctora Rea, mientras paseamos por esta galería que empezó a ser restaurada en 2012.