A pesar de la edad del maestro centenario, el estudio de Oscar Niemeyer (véase AV Monografías 125) sigue en plena forma ejecutando obras por todo el mundo. La última en acabarse ha sido un auditorio —bautizado con el nombre del arquitecto brasileño— en la localidad de Ravello, en la Campania italiana, uno de los destinos turísticos más populares y exclusivos de Italia. Tras más de diez años desde la concepción del proyecto, paralizado en numerosas ocasiones por las denuncias de un sector de la población que aboga por la preservación del paisaje natural, han sido necesarias ocho sentencias judiciales para que el edificio vea finalmente la luz. El complejo cultural se ha concebido como un gran espacio abierto al paisaje y cubierto por una superficie ondulada de hormigón. El graderío, para unos quinientos espectadores, aprovecha el desnivel del terreno, mientras que la orquesta y el vestíbulo vuelan sobre el vacío de la sala. Una gran plaza de acceso permitirá a los visitantes disfrutar del increíble paisaje sobre la colina que domina Amalfi.