La sede japonesa de Prada queda ampliamente documentada en estas páginas a través de un pormenorizado análisis realizado por sus autores en primera persona. Este edificio, el primero de Herzog & de Meuron donde fachada y estructura son una misma cosa, está situado en la avenida Omotesando, en el barrio de Aoyama, donde destaca no sólo por su altura y su singular imagen de ‘piedra preciosa’, sino también por la plaza que lo rodea, un auténtico lujo ‘a la europea’ para la capital nipona. En el libro se analizan las opciones de diseño barajadas y la evolución de las ideas, se detalla el proceso de construcción y se ofrece información complementaria sobre el mobiliario y otros proyectos de los suizos para la firma.