Seguramente muy pocos lectores sepan quién demonios es Enzo Mari. Es lógico, pues a diferencia de la mayoría de los arquitectos y diseñadores que se precian, jamás destinó un minuto de su tiempo a promocionarse. Pero su influencia hoy en día en el mundo del diseño es tremenda y creciente. Podemos definirlo como la conciencia ética del diseño o el santo del diseño, como lo bautizó Alessandro Mendini.

Grandullón, de aspecto rudo y gritón, siempre enfadado con el mundo. Pero al mismo tiempo frágil y cariñoso, un vehemente apóstol intentado encarrilar el diseño al servicio de la gente. Nacido en una familia muy pobre, llegó a la élite del diseño italiano sin otro bagaje que asistir a la Academia de Brera en Milán. «De mí se escribe que he hecho algún objeto excepcional. Si esto fuese verdad, será quizás porque nunca fui a la escuela.» Jamás perdió su militancia comunista y una crítica feroz al sistema económico vigente. «Todo lo que se hace, arquitectura o diseño, lo que sea, es política. La diferencia es ser consciente de ello o no.»...[+]