Acaba de finalizarse la construcción del nuevo auditorio de la Escuela de Música de Hamburgo, con el que se completa el programa inicialmente previsto en la primera fase de la ampliación, proyectada por EMBT (Enric Miralles, Benedetta Tagliabue) y construida en 1999.
La nueva pieza —que consta de un auditorio y un vestíbulo— se sitúa entre el antiguo edificio de la escuela y el diseñado por EMBT, creando un pasaje entre ambos que articula los dos volúmenes entre sí y con el jardín donde todo el conjunto se ubica.
El programa se alberga en una pieza escultórica y orgánica, que se eleva hasta el primer nivel, dejando libre la planta de acceso, en la que se emplazan no sólo las dotaciones propias de un vestíbulo convencional sino también un espacio multifuncional que, protegido por un voladizo, se abre a las agradables vistas sobre el jardín circundante.
Por su parte, la envolvente, excepto en el zócalo (que se deja en su acabado de hormigón armado, y en algunas partes se matiza con placas de zinc), se recubre con un pixelado de piezas cerámicas, que alude con su trama al motivo de las ondas acústicas.