La edición de arquitectura es un género. Como tal, se apoya en un conjunto de reglas y tradiciones que se pueden ampliar o subvertir, pero que no es fácil ignorar. De los tratados eruditos a los manuales prácticos, y de los boletines académicos a las revistas profesionales, el torrente de palabras e imágenes sobre el entorno edificado se ramifica en una miríada de arroyos, cada uno de los cuales se configura con sus propias normas y costumbres. Alberti usó a Vitruvio como modelo, pero introdujo una musculatura intelectual que no poseía el romano; y Palladio a su vez se inspiró en Alberti, pero transformó un texto latino sin ilustraciones en otro escrito en lengua vernácula y abundantemente ilustrado. Estos dos arquitectos y autores del Renacimiento representan dos corrientes editoriales que, si bien se dirigen prioritariamente a la inteligencia o a la mirada, son en lo esencial complementarias, y se prolongan hasta el día de hoy. Los albertianos contemporáneos no deberían pues despreciar el papel couché, y los que son palladianos sin saberlo harían bien en leer las revistas de texto corrido: las palabras y las imágenes se necesitan mutuamente… [+]