En un rincón olvidado del tejido urbano de Bucarest, una pequeña intervención arquitectónica ha logrado captar la atención por su audacia y precisión. Denominado ‘La capilla’, el proyecto del estudio rumano Vinklu para la cadena local Boiler Coffee ocupa una parcela residual excepcionalmente estrecha en la calle Bazilescu.

La obra destaca por su pronunciada forma triangular, elevada y aguda, que maximiza el volumen interior a pesar de la base reducida. Esta solución no solo potencia el dinamismo visual, sino que también permite una óptima entrada de luz natural gracias a su fachada de vidrio de alto rendimiento con triple acristalamiento.

Gran parte de la estructura de acero de la cafetería fue prefabricada fuera del sitio, lo que permitió un montaje rápido. Se utilizó metal corrugado para el revestimiento exterior, mientras que el interior, cubierto con paneles de madera de fresno en tonos claros, ofrece una atmósfera cálida y acogedora.

Elevado sobre patas de acero y separado ligeramente de las construcciones colindantes, el edificio demuestra cómo los desafíos pueden convertirse en elementos definitorios de un diseño ingenioso. La capilla propone una reflexión: incluso los espacios más olvidados pueden ser revalorizados con visión, técnica y sensibilidad.