Villa VIDA Sotogrande, el nuevo icono de bioarquitectura residencial por ARK Architects

ARK Architects 

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Ubicada en “The 15”, un enclave privado y exclusivo en La Gran Reserva de Sotogrande (Cadiz), Villa VIDA surge como una residencia de arquitectura contemporánea pionera en la forma de habitar el lujo en armonía con la naturaleza.

El proyecto, firmado por el estudio ARK Architects, es un espacio único donde la luz, la naturaleza, los materiales, la sostenibilidad y la creatividad se unen para crear una simbiosis única, generando una experiencia multisensorial en un entorno incomparable.

La bioarquitectura como concepto global

En Villa VIDA todas las etapas del proceso fueron gestionadas y controladas al completo: diseño, construcción, así como el paisajismo, para garantizar una obra maestra coherente, sostenible y emocionalmente significativa.

El proyecto ha sido desarrollado a partir de los principios de la bioarquitectura, un concepto del estudio ARK Architects cuyo enfoque integral y transformador trasciende el diseño para convertirse en una experiencia. Una solución global en la que confluyen la naturaleza, los materiales, las emociones y la pasión por la arquitectura, dando lugar a un lenguaje propio.

"Entender el lujo desde la libertad espacial, la sostenibilidad, la eficiencia energética y, sobre todo, desde el reencuentro con la naturaleza y la tradición, es lo que convierte a esta construcción en mucho más que una casa: es arquitectura atemporal", apunta Manuel Ruiz Moriche, cofundador y director creativo de ARK Architects.

Manuel Ruiz Moriche, cofundador y director creativo de ARK Architects.

Alcanzar una eficiencia total y la autosuficiencia energética

Con el objetivo de lograr la máxima eficiencia y autosuficiencia energética durante la mayor parte del año, se han considerado un conjunto de soluciones y sistemas. La vivienda cuenta con una temperatura interior constante cercana a los 21ºC, lo que permite disfrutar de una temperatura confortable durante todo el año sin necesidad de recurrir a sistemas de climatización convencionales ni al uso de energías contaminantes.

La Villa está equipada con un sistema integral de domótica, control de iluminación, climatización y seguridad, todo gestionable desde dispositivos móviles. Cada detalle —desde la orientación solar hasta la selección de materiales— ha sido pensado para favorecer un estilo de vida saludable, sostenible y cómodo.

En esta línea, se han integrado soluciones como el sombreado natural o la protección solar para reducir la demanda energética, el aprovechamiento de la luz diurna para minimizar el uso de iluminación artificial y la instalación de iluminación de alta eficiencia, al mismo tiempo que se han utilizado tecnologías para reducir el consumo energético. Además, la orientación de la vivienda responde a un estudio del entorno que permite optimizar la incidencia solar, el viento y otros factores climáticos, potenciando así el confort interior de manera pasiva y natural.

Los habitantes en el centro de la visión

Con más de 2.300,50 m² construidos en una parcela de 4.447,65 m², este desarrollo pionero es el resultado de más de 25 años de experiencia de ARK Architects en la creación de viviendas icónicas en destinos como Marbella, Abu Dabi, Nueva York o Milán. Concebida por el arquitecto Manuel Ruiz Moriche, director Creativo de ARK Architects, VIDA es mucho más que una villa: es una declaración de principios, donde la arquitectura cobra vida a través de la luz, los materiales nobles y el diálogo constante con el paisaje mediterráneo. Según Ruiz Moriche, "nace de los fundamentos de mi arquitectura, que es humanista y surge del amor por los materiales naturales y su relación con la luz. Esta pasión por crear hogares, poniendo siempre en primer lugar a las personas que los habitarán, implica comprender el lugar, la orientación, el estilo de vida, la relación entre espacios y la poderosa luz de nuestra región".

En Villa VIDA, la arquitectura se concibe como una experiencia en la que los habitantes son siempre el centro. La vivienda incluye 7 suites (incluyendo una suite principal, una de invitados y una para el servicio), 9 baños, dos piscinas (una exterior infinita y una interior en el spa), gimnasio, bodega, home office y garaje subterráneo para cuatro vehículos.

Al cruzar el umbral de Villa VIDA, un amplio vestíbulo se despliega como un patio interior, donde la luz natural dibuja patrones cambiantes sobre la piedra natural, la madera y el vidrio. Piedras naturales como el travertino y el granito se combinan con calizas, mármoles, adoquines y gravas para crear una sensación de perpetuidad que otorga fuerza y carácter. Además, los revestimientos de madera y los morteros naturales realzan las líneas maestras del proyecto, aportando textura y coherencia estética.

Avanzando hacia la zona de estar, las fronteras entre interior y exterior se diluyen, en una fusión perfecta de luz, paisaje y arquitectura. La cocina principal, concebida como el corazón de la casa, combina materiales nobles y tecnología de última generación para crear una experiencia sensorial única. La zona de comedor prolonga esta continuidad estética, invitando a disfrutar de cada instante en un entorno sereno.

Subiendo hacia la suite principal, se descubre un refugio de tranquilidad, donde cada detalle —la luz, los materiales, las vistas— está pensado para reconectar con uno mismo. El baño, con bañera de mármol artesanal y duchas inteligentes, respira lujo discreto y funcionalidad. El vestidor, hecho a medida, y un elegante home office, abierto a la naturaleza, completan este espacio íntimo y sofisticado.

En la planta baja, se encuentra una zona wellness con gimnasio, spa y piscina interior que invita al bienestar y la desconexión. La bodega, dedicada al arte del vino, y el garaje subterráneo para cuatro vehículos mantienen el mismo nivel de detalle y diseño que define toda la villa. Una propiedad única cuyo valor asciende a 12.500.000 € + IVA.

Ubicación privilegiada: “The 15”, el corazón en La Gran Reserva de Sotogrande

Villa VIDA forma parte de “The 15”, uno de los desarrollos residenciales más exclusivos de Europa, ubicado en la cima de La Gran Reserva, en Sotogrande (Cádiz). Con una superficie de 12 hectáreas, acceso restringido y perímetro protegido, este enclave ofrece privacidad absoluta y vistas espectaculares del Mediterráneo, Gibraltar y los campos de golf de élite como La Reserva Club, Real Club Valderrama o el Real Club de Golf Sotogrande.

Cada una de las 15 villas que conforman “The 15” ha sido diseñada para ofrecer la máxima intimidad, una orientación privilegiada y una conexión única con el paisaje. En particular, Villa VIDA destaca por su integración total con el entorno: sus patios interiores, amplios ventanales, terrazas y materiales naturales diluyen los límites entre interior y exterior, creando una experiencia sensorial y emocional inigualable.

Su proximidad a instalaciones de vanguardia como The Beach, el Racquet & Leisure La Reserva Club, el campo de golf de La Reserva, el colegio internacional y SO/ Sotogrande Spa & Golf Resort Hotel, convierte este enclave en el escenario ideal para disfrutar de una vida plena.

¿Qué es la bioarquitectura?

En ARK Architects entienden la arquitectura como algo vivo, profundamente conectado con el lugar donde se implanta. La bioarquitectura, no es simplemente el uso de tecnologías sostenibles, sino una forma de diseñar que nace del respeto profundo por el entorno y la naturaleza.

Tal y como explica Ruiz Moriche: “la bioarquitectura es una forma de entender la arquitectura plegada y adaptada al lugar. El proyecto no se impone al paisaje, sino que se integra, se fusiona con él”.

Este enfoque se traduce desde el primer trazo del diseño: patios interiores que favorecen la ventilación natural, láminas de agua que enfrían y purifican el aire, integración de la vegetación como parte esencial de los espacios habitables, todo para que la arquitectura respire y esté viva.

Pero no se trata solo de sensaciones. La bioarquitectura también alcanza unos niveles de eficiencia energética extraordinarios. En palabras de Ruiz Moriche: “aspiramos a una eficiencia cercana al 90%, lo que significa que apenas necesitamos sistemas artificiales para climatizar o ventilar las viviendas. El diseño lo hace posible”.