A lo largo de la historia se han desarrollado formas innovadoras de crear refugios, en todo tipo de entornos, para la protección de las inclemencias meteorológicas. Los primeros techos, como componentes importantes de dichos refugios, se empezaron a construir con palos, hojas, y pieles de animales. Hoy en día, los techos no son solo un mecanismo de protección, sino que también se han convertido en elementos que juegan un papel funcional y decorativo. Los techos móviles son un buen ejemplo de ello.

Un techo móvil, también conocido como techo corredizo, es un sistema de cerramiento con sistemas de acristalado, perfiles y juntas de estanqueidad. Diseñados para garantizar la hermeticidad frente a la lluvia y al viento, permiten aprovechar mejor cualquier espacio del hogar, así como las zonas exteriores, como las terrazas, en cualquier época del año. Gracias a su accionamiento automático, los techos móviles se pueden abrir o cerrar en función de las necesidades.

Gracias al aislamiento térmico, la entrada de luz y el calor natural, y la posibilidad de apertura total mediante motores de última generación, los techos móviles permiten mejorar el confort de cualquier estancia del hogar y reducir el consumo de energía, logrando un ahorro energético y un menor impacto ambiental.

Este sistema de cerramiento ha convertido a las terrazas, los jardines y los patios en espacios más funcionales y confortables. Al instalar un techo móvil, se puede sacar el máximo partido a estas áreas del hogar, con mayores posibilidades y usos. Para más información se puede visitar la página web: www.airclos.com.