Para las envolventes de edificios de gran altura o superficie, Cortizo presenta la fachada modular Unit 66, un sistema de muro cortina con rotura de puente térmico. Con una sección vista desde 66 mm, grandes prestaciones y amplio abanico de diseños a medida, este modelo está disponible en dos versiones: con perfil visto exterior, en la que le vidrio se fija mediante junquillo; y solo vidrio, en la que se fija estructuralmente.

Unit 66, estética solo vidrio

Unit 66, ajunquillada

Unit 66 ofrece un rendimiento térmico con un índice de transmitancia Ucw desde solo 0,6 W/m²K, gracias a la rotura de puente térmico con poliamidas de 25 o 40 mm, y una capacidad de acristalamiento máxima de 58 mm que permite la instalación de triple vidrio. Este sistema ha obtenido la clasificación RE1200 en estanqueidad al agua, la clase AE en permeabilidad al aire y 2 KN/m² en resistencia al viento, así como las aprobaciones I5/E5 en las pruebas de impacto. Por otro lado, esta fachada presenta llagas de 10 o 20 mm que optimizan la respuesta a los movimientos diferenciales, facilitando además la instalación de elementos adyacentes como soluciones de lamas de protección solar. En cuanto a las aperturas, Unit 66 admite solución proyectante horizontal o paralela, y la posibilidad de integrar sistemas de carpintería practicable de Cortizo.

Fabricados en taller y posicionados en obra sobre anclajes previamente fijados, la fachada UNIT 66 se configura a partir de módulos formados por montantes y travesaños de aluminio, conectores, componentes de sellado y vidrio. Cada módulo permite unas dimensiones estándar máximas de 1500 mm de ancho, 3700 mm de alto, y pesos de hasta 350 kilos, pudiendo lograr una mayor dimensión para cada proyecto con los estudios personalizados realizados por el departamento de Ingeniería de Grandes Desarrollos de la firma. Su ensamblado se lleva a cabo en fábrica, ofreciendo un alto nivel de calidad al realizarse en instalaciones cubiertas con unas condiciones de ejecución y ambientales controladas. La puesta en obra reduce del tiempo de montaje hasta el 70 %, gracias a factores como la utilización de anclajes tridimensionales, desarrollados en exclusiva para este sistema, o la realización de la instalación desde el interior, consiguiendo la colocación en zonas de difícil acceso así como disminuir así la presencia de estructuras de elevación y los riesgos laborales.