Líder mundial en la fabricación, instalación y mantenimiento de ascensores y escaleras mecánicas, Otis mueve a 2.000 millones de personas al día, y sus sistemas —los que hace siglo y medio permitieron en buena medida el desarrollo de los rascacielos— pueden encontrarse en las principales estructuras y edificios del mundo. Con sede en Connecticut, la compañía trabaja hoy con clientes en doscientos países: una presencia que la convierte en un verdadero agente global. Consciente de este papel, Otis se mueve con la convicción de que su actividad ha de ir de la mano de un firme compromiso con la sociedad.
En línea con sus objetivos globales que buscan reducir a la mitad sus emisiones para el año 2030, los centros de fabricación de la firma en España han puesto en marcha diversas iniciativas de eficiencia energética, en un esfuerzo por una mejor gestión de los recursos que ha sido reconocido por organismos nacionales e internacionales.
Inaugurada hace un año, la planta de San Sebastián (Guipúzcoa) ha sido el primer edificio de producción industrial en el país que recibe la certificación LEED en su máxima categoría. Construida con materiales sostenibles, la fábrica se alimenta de energía 100% renovable e incorpora sistemas destinados a reducir el consumo de agua en su interior. Su aislamiento térmico, la instalación de colectores solares en la cubierta y su dispositivo de control de residuos han contribuido asimismo a la obtención de este prestigioso estándar de calidad en la construcción sostenible.
A su vez, el centro de Vigo (Pontevedra) ha completado recientemente la instalación de 432 paneles fotovoltaicos de última generación, lo que permitirá disminuir casi un tercio el consumo anual de electricidad. De esta manera, todos los centros de Otis en España cuentan ahora con instalaciones solares, de acuerdo con el programa para reducir las emisiones a la atmósfera a través del uso de energías renovables, que asegura además que la energía requerida que no sea de generación propia proceda de fuentes igualmente renovables.
Tanto estas dos fábricas como la tercera que Otis tiene en España, situada en Leganés (Madrid), han sido merecedoras de la distinción Cero Residuos que otorga AENOR: un sello que certifica que más del 90% de los residuos producidos han sido valorizados, esto es, reincorporados de nuevo en la cadena de producción para no terminar desaprovechados en el vertedero o eliminados. Con ello, la multinacional estadounidense da en España otro gran paso hacia la consecución de sus aspiraciones en materia ambiental, social y de buenas prácticas, tal y como señalan y celebran sus recientes distinciones de calidad.
Para más información: Otis