Los elementos del entorno, las estructuras y la Sala de Ballenas se organizan sobre una cuadrícula escalonada de 3x3 metros de pavimento de hormigón y unas rampas sutiles que se adentran en las salas de exposiciones dando unidad al nuevo conjunto...
Bajo el lema ‘el museo en el jardín y el jardín en el museo,’ se permite la entrada de luz natural, vistas y vegetación hacia los espacios interiores de contemplación del edificio que mediante una serie de cortes en el terreno se va abriendo hacia el
El museo se organiza en tres partes: ‘bajo el mar’, cinco islas de luz de vidrio translúcido que emergen de un estanque; ‘bajo la tierra’, una cubierta triangular elevada del terreno que ilumina el interior; y ‘bajo el cielo’, el acceso principal, fo
El museo se inspira en los ‘gabinetes de curiosidades’ del siglo XIX con un amplio pabellón enterrado y otros tres de colecciones botánicas que emergen del suelo con sus fachadas de vidrio y cubiertas inclinadas emulando los invernaderos históricos..
En lugar de añadir a lo existente, la propuesta plantea un paisaje de piedras construido por el hombre que se adapte de forma natural al Jardín Botánico, con una estructura que imita los patrones geométricos presentes en la naturaleza...
Con la idea de potenciar el carácter único del Jardín Botánico y manteniendo el esquema original, se añade una secuencia lineal de galerías expositivas que unen lo nuevo y lo viejo y una serie de volúmenes de vidrio que imitan los invernaderos existe