La producción literaria de Mitchell sigue una línea de abstracción creciente y de relación con la arquitectura decreciente. Su ME++, que a falta de traducción castellana podríamos titular El yo aumentado, cierra una esperada trilogía. City of bits presenta la sustitución de los tipos arquitectónicos construidos por sus equivalentes virtuales: el mercado es la teletienda, la plaza se convierte en el foro, y la fachada de la institución es ahora su portal. E-topía muestra las transformaciones culturales y espaciales debidas a la ubicuidad de la red: el teletrabajador programa desde Bombay para una empresa que está en Nueva York.
En esta misma línea, ME++ es una visión detallada del aumento de la capacidad de percepción, relación e intervención en el entorno que introducen en el ser humano los desarrollos de la informática y las telecomunicaciones. A caballo de las llamadas dos culturas, la científica y la humanista, un punto de vista dominado por Mitchell, éste despliega una amplia variedad de referencias, desde Cicerón a Baudrillard, para ilustrar el impacto de cada una de estas tecnologías.
Su punto de partida es la miniaturización de los elementos para la comunicación, mientras aumenta el tamaño, la permeabilidad y el alcance de las redes. Sus contenidos son Internet, la telefonía móvil, los GPS, las bases de datos distribuidas, incluso los sistemas biométricos y los de realidad aumentada. Y su objetivo se resume en un deseo: que la interconexión genere un cambio ético y el extranjero no exista, ya que en uno u otro plano, en una o otra superestructura, estamos ahora mucho más cerca unos de otros.
Quizá se puede acusar a Mitchell de exceso de metáforas; y la pretensión de implicaciones trascendentales de cada nuevo invento puede volverse reiterativa o ingenua. Pero el lector encuentra tantas sugerencias, referencias y pistas que puede utilizar el rico material del libro para imaginar las suyas propias.