Computadora portátil con manos de esqueleto, 2007

En 1895, el físico alemán Conrad Röntgen descubrió una misteriosa radiación que traspasaba la superficie de la materia y que era capaz de reproducir el interior de los cuerpos en una película fotográfica situada tras ellos. Este fenómeno, de gran alcance en el campo de la medicina y la seguridad, es el utilizado por Nick Veasey para explorar los límites de la percepción en el mundo del arte.

En su estudio forrado de plomo situado en el corazón de la campiña inglesa, el artista selecciona objetos cotidianos y los somete a una potente radiación. Los fotones emitidos por el generador atraviesan la materia más blanda y son absorbidos por los elementos más compactos por lo que la imagen resultante es equivalente a un mapa de densidades. Variando la potencia de la emisión se obtienen radiografías con diferentes grados de detalle que posteriormente Veasey superpone para obtener el diseño final. De esta forma, el artista londinense ha escaneado desde teléfonos móviles o insectos hasta bicicletas, autobuses o un Boeing 777...[+]