Parlamento de Escocia, estadio de Baracaldo 

Por primera vez bajo la presidencia de una mujer, la arquitecta alicantina Dolores Alonso, el jurado de la VIII Bienal de Arquitectura Española se decantó por un edificio póstumo construido fuera de nuestras fronteras. Proyectado por el malogrado Enric Miralles y terminado por su estudio, EMBT, el Parlamento Escocés en Edimburgo obtuvo el premio Manuel de la Dehesa, mientras que el galardón destinado a jóvenes arquitectos, que lleva precisamente el nombre de Miralles, se concedió al estadio de fútbol de Baracaldo, obra del bilbaíno afincado en Madrid Eduardo Arroyo. Además, se otorgó una mención especial a la explanada y la pérgola fotovoltaica del Fórum de Barcelona, diseñadas por José Antonio Martínez Lapeña y Elías Torres. Junto a estas tres obras, 31 más, casi todas ellas de promoción pública, llegaron a la final para dar cuenta de la «variedad y diversidad de líneas de investigación de la arquitectura española». Finalmente, se celebró también la primera Muestra de Proyectos de Fin de Carrera de las Escuelas de Arquitectura de España, cuyo objetivo ha sido completar el panorama de la producción nacional con una perspectiva de futuro.