A&V.—Usted está ahora, casi en 1985, acabando su año de información y balance y también su cita con la IBA. En este punto intermedio ha tenido lugar la exposición sobre el contenido y realización de la IBA en el edificio Martin Gropius, titulada Idea, proceso, resultados. ¿Cuál sería su balance personal de la idea de la IBA, del proceso y de los resultados hasta diciembre de 1984?

JPK. —Hay dos respuestas para esta pregunta. Cuando empecé con la IBA decidí yo mismo trabajar sólo hasta diciembre de 1983. Pero entonces me di cuenta que era imposible parar y que sería necesario trabajar, por lo menos, hasta diciembre de 1984. Así que me dirigí al Senado de Berlín y ahora mantengo un convenio que me permite el trabajo teórico y un cierto trabajo como arquitecto mientras me ocupo de la IBA hasta 1987. No lo hubiera hecho de estar seguro que la IBA podría obtener los resultados de su planteamiento sin mi personal intervención, sin mi atención. El diseño urbano de los distritos de la IBA se ha finalizado y aceptado en alrededor del 70 ó 75%. Pero hay un 20, 25 ó 30% del área urbana de los nuevos distritos de la IBA sobre los que aún no han decidido las distintas comisiones. Y es muy importante que se llegue a decisiones acertadas. Hay que luchar todavía por ello...[+]