A&V. —Hace años que está usted al frente del equipo de profesionales de la IBA vieja, trabajando en Kreuzberg. Entre ellos, hay varios conocidos arquitectos que participan en la reconstrucción de Berlín ¿Es positivo para la ciudad esta incursión de los arquitectos de todo el mundo occidental?
HWH. —Para los arquitectos existe una dificultad. La disciplina de la arquitectura se ha ido diversificando cada vez más en los últimos trescientos años, pero los arquitectos han conservado una visión compleja de ella, una idea de generalización de la disciplina. No les es fácil comprender que los intereses y las fuerzas ajenas a su oficio les coaccionan y dirigen su labor. Conservan su mundo cerrado, orientado hacia la belleza y deliberadamente limitado a su experiencia profesional...[+]