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Barcelona 2004. Después de seducir al mundo con las intervenciones urbanas en torno a los Juegos Olímpicos del 92, Barcelona decidió celebrar otro evento que continuase impulsando su crecimiento. Los actos del Fórum Universal de las Culturas 2004 tendrán como escenario el último tramo del litoral que aún no se había incorporado a la ciudad, y esta franja costera junto con la prolongación de la avenida Diagonal hasta el mar son los ejes de una ambiciosa operación donde el concurso de agentes privados y estrellas de la arquitectura dibuja un nuevo y polémico marco de discusión acerca del futuro de la capital catalana.
Sumario
Oriol Bohigas
Ciudad y acontecimiento
Una nueva etapa urbanística
Montaner y Muxí
Los modelos Barcelona
De la acupuntura a la prótesis
Plano-guía
El Fórum como proyecto
Intervenciones en el litoral
Tema de portada
Edificios singulares. Herzog & de Meuron, Mateo, Tusquets, Clotet & Paricio, Massip y MVRDV proponen grandes piezas autónomas, dispuestas como en un bodegón sobre la plataforma del Fórum y sus alrededores.
Arquitectura
Edificio Fórum
Centro de convenciones
Hoteles y equipamientos
Pabellón de la Biodiversidad
Paisajes públicos. Forgas; Lay, Muro, Páez & Azulay; Balcells; Ruiz-Geli; Lapeña & Torres; FOA; Beth Galí; Casas & Torres; BCQ; Ferré & Domingo; Ábalos & Herreros; y Bru diseñan nuevas topografías, artificiales y verdes. Zoo acuático
Explanada, parque y playa
Puerto deportivo
Parque Noreste y campusVivienda experimental. El plan es de Jorner, Llop & Pastor; y las viviendas de Fargas & Rovira; TAU+aSZ; Mercadé & Fernández; Coll & Leclerc; BOPBAA; Gili; Llobet & Serra; FFPV; Actar; Salvadó, Aymerich & Rieradevall; y Valor.
Barrio de La Mina
Plan de reordenación
Área de Llul-Taulat
11 proyectos residenciales
Argumentos y reseñas
Comentarios corales. El papel de la arquitectura tras el 11-S queda reflejado en seis instalaciones promovidas por el CCA de Montreal; y las identidades suizas se resumen en una expo espectacular con cuatro sedes acuáticas.
Arte / Cultura
Juan Antonio Ramírez
En Montreal, a partir de cero
Adela García-Herrera
Expo 02: postales desde Suiza
Del surrealismo al melodrama. Amplia y canónica, la exposición del Pompidou desdibuja el perfil transgresor del surrealismo; multitudinaria y multimedia, la inaugural del Artium explora los cauces expresivos de la desmesura. Juan Antonio Ramírez
Surrealismo sin revolución
Javier San Martín
Arte y melodramaVerdes y efímeros. El paisajismo y el diseño de arquitecturas temporales han abandonado ya los márgenes de la práctica; títulos recientes sobre ambas materias coinciden en ofrecer panoramas contemporáneos con perspectivas históricas.
Historietas de Focho
Alberto Campo Baeza
Autores varios
Libros
Últimos proyectos
Japón en clave colectiva. La disputa en Japón y Corea del Sur del Mundial de Fútbol impulsó la realización de la terminal marítima de Yokohama, centro neurálgico de comunicación entre las sedes del campeonato, entre las cuales la concha con cancha deslizante del estadio de Sapporo, y el ojo mecánico del estadio de Oita. Ulf Meyer, Vicente Díaz Faixat y Jin Taira comentan estas obras.
Técnica / Diseño
Zaera y Moussavi
Terminal de Yokohama
Hiroshi Hara
Estadio de Sapporo
Kisho Kurokawa
Estadio de Oita
Para terminar, el deporte rey inspira a uno de sus más fervientes seguidores una reflexión sobre los riesgos y las reglas. Peter Eisenman analiza las tácticas de juego empleadas por las selecciones nacionales de Italia y España para afrontar el Mundial de Fútbol, y las convierte en metáforas de la situación arquitectónica de cada país, respectivamente marchita y floreciente en opinión del autor. Productos
Milán'02, cubiertas, domótica
Resumen en inglés
Barcelona 2004
Peter Eisenman
Fútbol y arquitectura
Luis Fernández-Galiano
Barcelona 2004
La ciudad ya no se traza: se programa. Como una temporada de teatro o una fiesta de aniversario, el desarrollo urbano se orquesta en torno a espectáculos que tematizan el esfuerzo, facilitan la asignación de los fondos y hacen visible la inversión. La Barcelona olímpica, que tantos beneficios materiales y simbólicos obtuvo de la organización de los Juegos en 1992, impulsó al poco tiempo otro proceso de crecimiento allí donde la Diagonal se encuentra con el mar, y de nuevo puso al empujón urbano fecha y apellidos: 2004, año en el que se celebrará un polícromo Fórum de las Culturas como señuelo congresual de esta aventura inmobiliaria.
Bajo el lema plural y políticamente ortodoxo de las culturas, este nuevo fragmento de Barcelona reemplaza la pauta racional, monocorde y civilizada de la malla por un collage emocional y poliédrico de objetos en conferencia abigarrada de intenciones, ofreciendo así una excelente representación física del cuerpo social descoyuntado de la ciudad finisecular. En ese tránsito de la trama al tótem, la urbe tribal se hace suceso trivial, y convertida en marca turística se ofrece en el mercado de los logos como un destino deseable: se diría que sólo el urbanismo de mercado permite responder de manera cabal a la demanda exigente del mercado de las urbes.
Los que piensan que cualquier tiempo trazado fue mejor censuran de este urbanismo discontinuo su dócil aceptación de la privatización espacial, su narcisista sustitución del flujo por el icono y su vigorosa capacidad de producir segregación y desigualdad bajo la máscara amable de la singularidad y la diferencia: en contraste con otros imperios del pasado, el actual extiende su dominio universal a través de la exaltación de lo particular, conformando nuestra ciudad genérica como un patchwork de identidades específicas, enhebradas por el hilo rojo y narcótico del simulacro que hace compatible la ironía posmoderna y la ficción hipermoderna.
Si la ciudad global es la expresión de un poder planetario, lo es también de un mercado que cartografía los deseos colectivos, y por lo tanto de un modelo sometido a un refrendo coral y caudaloso que vota con hipotecas y alquileres por la seguridad y el espectáculo. A fin de cuentas, la ciudad desarticulada e individualista de las estrellas es preferible a la ciudad homogénea e igualitaria del despotismo, y el espacio basura del urbanismo temático es infinitamente más tolerable que el paisaje de ruinas del urbicidio sistemático. Podrán llamarla McBarcelona, ©Barcelona o Barcelona SA; pero nadie dudará entre la Barcelona genérica y los Balcanes étnicos.