Fundación Barrié de la Maza, Vigo
Mansilla + Tuñón 

Fundación Barrié de la Maza, Vigo

Mansilla + Tuñón 


La sede viguesa de la Fundación Pedro Barrié de la Maza ocupa el patio y la pequeña crujía paralela a la calle de un céntrico edificio de 1919, obra del arquitecto Manuel Gómez Román. Las reducidas dimensiones de la planta, un rectángulo de 25x15 metros, se han compensado con una idea de proyecto en la que el tiempo y el movimiento permiten optimizar el uso del espacio.

La fachada se conserva como es; sólo el portón de entrada y el lucernario de cubierta alteran al exterior la apariencia del inmueble. A nivel de la calle, el nombre de la fundación aparece escrito en una puerta abatible de doble hoja y caras triangulares, blanco sobre negro y negro sobre blanco, generando una lectura tangencial que apunta hacia un interior complejo y dinámico.

La limitada superficie del solar, de 25x15 metros se convierte en la oportunidad para imaginar una construcción que supla con el tiempo la carencia de espacio; cada estancia se convierte en un contenedor en el que se suceden distintos acontecimientos a lo largo del día. 

 Dentro, las plantas se organizan en dos bandas claramente diferenciadas: una crujía paralela a la fachada, existente en la actualidad, y un cuerpo de mayor tamaño, en el interior de la manzana. La primera crujía constituye un umbral de respeto hacia el edificio existente, sirviendo de espacio de distribución en todas las plantas. En el cuerpo interior se resuelven las salas de exposiciones y eventos diversos, así como el núcleo técnico de comunicación vertical e instalaciones. Entre los dos cuerpos se ubican dos grandes ascensores de vidrio de transparencia regulable.

En el nivel de acceso se encuentra la ‘caja mágica’, el mayor espacio de la Fundación. Su altura varía de los doce a los dieciséis metros gracias a un suelo divido en sectores que cambian de altura por medio de motores sincronizados. También el techo incorpora varas motorizadas que permiten desplazar objetos y luces, haciendo que el espacio funcione como un escenario teatral, susceptible de acoger distintas actividades a lo largo del día. 

Las dos plantas superiores se destinan a exposiciones bajo un techo de luz continua. La calidad, intensidad y temperatura de la luz cambian suavemente, permitiendo su adaptación a diferentes tipos de montajes. La última planta, cuyo vestíbulo recibe luz de un lucernario longitudinal que asoma en cubierta, se dedica a la rea­lización de actividades musicales o teatrales, y posee capacidad para acomodar hasta 160 personas. 

Se diseñan cuatro salas con distinta capacidad de transformación. En planta baja, el suelo móvil de la ‘caja mágica’ permite configurar a medida el patio de butacas, mientras que en el último piso, varas motorizadas izan las sillas dejando el espacio libre para otros usos.

Dos lucernarios, a naciente y a poniente, permiten iluminar una sala con paramentos negros pensada para recibir luz artificial. La posibilidad de llevar a cabo aquí actividades de mañana, de mayor o menor aforo, se soluciona también por medio del movimiento: un sistema de varas motorizadas permite izar el conjunto de sillas o una parte de ellas, quedando éstas colgadas del techo y liberando el espacio para otros usos.

La disposición en planta libera un espacio de forma regular con una crujía lateral que aloja escaleras camerinos y servicios. Tras la fachada conservada un vestíbulo en todas las plantas crea una transición hacia los ascensores. 


Cliente Client

Fundación Pedro Barrié de la Maza

Arquitectos Architects

Luis M. Mansilla, Emilio Tuñón

Colaboradores Collaborators

Pablo Gallego, Ricardo Lorenzana, Teresa Cruz, Matilde Peralta; Sancho Páramo (aparejador quantity surveyor)

Consultores Consultants

J.G. Ingenieros (instalaciones mechanical engineering); Alfonso Gómez Gaite, José Manuel López (estructuras structural engineering); Grupo Entorno (señalética signage); C&G Carandini (iluminación lighting)

Contratista Contractor

Constructora San José

Fotos Photos

Luis Asín; Roland Halbe