La condición urbana del solar —en una plaza junto al ayuntamiento que forma parte de un vacío de la trama del centro de la ciudad—, una iglesia de ladrillo del siglo XVII, y los árboles de gran porte que crecen en la plaza son los elementos que determinan los trazos generales del proyecto. Para dar forma al vacío urbano el bloque se configura desde fuera, abrazando los árboles y cerrando la plaza, cediendo a la iglesia el protagonismo arquitectónico. Por otra parte, el bloque busca atar las diferentes escalas de las edificaciones colindantes y completar la manzana respondiendo de manera específica a las diferentes condiciones de contorno. Ni el solar ni el volumen edificado estaban definidos por el planeamiento: una vez diseñada la propuesta hubo de buscarse su aprobación.

El material escogido —ladrillo de color rojo oscuro— es utilizado con frecuencia en la arquitectura local, así como los grandes huecos en fachada, típicos de las construcciones residenciales holandesas. El ladrillo, colgado para construir una fachada ventilada, se dispone con un aparejo alterno que varía levemente la relación escalar del edificio al generar unidades más grandes, y otorga una textura de tejido a la piel. La junta es de color rojo para no restar intensidad al tono del ladrillo... [+]