Ampliación del IVAM, Valencia
SANAA 

Ampliación del IVAM, Valencia

SANAA 


Desde la inauguración del Instituto Valenciano de Arte Moderno en 1989, los fondos de la colección del museo han aumentado considerablemente, al mismo tiempo que ha crecido su dedicación a actividades de investigación y educación, lo que se ha traducido en la necesidad de contar con más cantidad de espacio del que se dispone actualmente. Básicamente, las necesidades expositivas y funcionales del IVAM pasan por ampliar el espacio de exhibición de la colección permanente, disponer de nuevas galerías para albergar las exposiciones temporales, incorporar nuevos lugares donde almacenar su colección de obras de arte y aumentar el área destinada a los talleres didácticos, las oficinas y los departamentos básicos del museo —registro, restauración, fotografía y montaje—.

Situado en el borde del casco urbano, sobre la antigua muralla de la ciudad, el proyecto cuida especialmente la relación con el contexto, conectando el centro histórico con la ciudad actual y a su vez, mejorando su relación con el vecino barrio del Carmen. Para ello, se han definido tres accesos distintos que conectan todos los frentes del solar mediante un espacio continuo a modo de vestíbulo a nivel de calle pensado para uso público, en el que los visitantes pueden circular libremente.

El respeto por el actual museo, sobre el que se plantea una intervención mínima, el deseo de perturbar lo menos posible su funcionamiento y la decisión de no ocupar todo el solar disponible son los puntos de partida para la ampliación. Todas las salas de exposición se concentran en el edificio existente, que incorpora seis nuevas galerías a las siete actuales, alcanzando los 8.028 metros cuadrados de superficie. Las funciones complementarias, como la cafetería, la tienda, el taller didáctico y el auditorio se trasladan al exterior. Y por último, el restaurante y un jardín de esculturas se sitúan sobre la planta de cubierta, desde donde es posible disfrutar de vistas panorámicas sobre la ciudad.

Una piel permeable de chapa de acero lacado y perforado de 30 metros de altura, sostenida por un bosque de esbeltísimos pilares envuelve todo el conjunto, actuando como un filtro capaz de transformar el fuerte viento en una suave brisa y los rayos directos de sol en una sutil luz ambiental. Mediante la mezcla de aire natural y acondicionado se crea bajo la envolvente un microclima que permite mantener el interior en excelentes condiciones climáticas a lo largo de todo el año. Con ello, se pretende evocar los lugares sombreados bajo las copas de los árboles donde llega la luz filtrada.


Cliente Client

Institut Valencià d’Art Modern

Arquitectos Architects

Kazuyo Sejima+Ryue Nishizawa/SANAA

Colaboradores Collaborators

Yoshitaka Tanase, Yumiko Yamada, Rikiya Yamamoto, Hiroaki Katagiri

Consultores Consultants

SAPS-Sasaki and Partners, Obiol, Moya y Asociados (estructura structure); IDOM (instalaciones mechanical engineering); GBBM (acústica acoustics); Arup (iluminación y medio ambiente lighting and environmental consulting)