Palacio de Congresos, Plasencia
Selgascano 


El solar se halla en el borde de la ciudad, en el límite entre la ciudad y el campo, entre lo artificial y lo natural. Había por tanto que elegir entre pertenecer a uno de los dos mundos, y desde el principio se optó por el segundo. Esto obligó a posar el edificio en una cota muy inferior a la calle, ya que las construcciones existentes habían formado, sin miramientos con la orografía natural, un talud de 17 metros de altura.

Como reacción, el proyecto decide respetar al máximo el terreno en que se apoya, ocupando la menor superficie posible. La forma del edificio viene definida por la sección, que nace de esa decisión de apoyar la menor parte posible, correspondiente a la zona del escenario y el arranque del graderío de la sala principal. La sección de esta sala es la que continúa marcando la forma, completándose al superponerle el resto del programa: el hall de entrada, la sala secundaria para 300 personas, divisible en tres de cien, las salas de exposiciones y la zona de restauración.


El acceso, a cota de la calle y a más de 17 metros de altura sobre la parte inferior del edificio, se hace a través de una pasarela naranja, hasta un gran cañón vertical de 12 metros de altura del mismo color, donde se acentúan las vistas. Desde allí se puede discurrir, subir o bajar, alrededor de toda la cáscara central de hormigón envuelta por un juego de rampas y escaleras espiraloides que van mezclando espacios exteriores e interiores. Esto tiene dos motivos: la economía —porque no se cierran con vidrio ni se climatizan ciertas partes—, y aquello definido por Horace Walpole como ‘serendipia’ —por las múltiples posibilidades casuales que propicia el cruce de espacios—.

Los materiales forman dos grupos: piel y huesos, pero no como estructura y fachada, sino como parte maciza y quieta, y parte ligera y elástica. De la maciza son el hormigón y la madera, en el cierre interior de salas: el hormigón se usa cuando es necesario por estructura, encofrado con tabla fina sin machihembrar cortada longitudinalmente a la mitad de ancho para conseguir una textura mayor, y pintado. Cuando no es necesario, se coloca sobre rastreles la madera de encofrar pintada del mismo color que el hormigón.

 De la parte ligera forman parte cinco materiales: primero, el cableado y tubos de la estructura de acero para la fachada; segundo, el ETFE blanco y verde agua que completa esta fachada; tercero, el acero inoxidable de sus laterales inferiores; cuarto, el panel sándwich con nido de abeja naranja para el hueco de entrada y blanco para la zona de exposiciones superior; y quinto, el pavimento de rampas y escaleras de membrana continua de poliurea sobre resinas epoxi en verde y rojo, diferenciando las dos espirales que se entrecruzan.



Cliente Client
Junta de Extremadura

Arquitectos Architects
Selgascano, Jose Selgas, Lucía Cano

Colaboradores Collaborators
Lara Resco, José de Villar, Lorena del Río, Blas Antón, Carlos Chacón, Manuel Cifuentes, Beatriz Quintana, Jaehoon Yook, Jeongwoo Choi, Laura Culiañez, Bárbara Bardín (equipo design team); Manolo Trenado (asistente de arquitectura architectural assistant)

Consultores Consultants
Boma ingenieros (estructura principal main structure); Fhecor ingenieros consultores (estructura fachada facade structure); JG ingenieros (instalaciones mechanical engineering); Arau Acústica (acústica acoustic engineering); Lastra Zorrilla (textil textile architectures)

Contratista Contractor
Placonsa-Joca

Superficie Floor area
7.500 m²

Fotos Photos
Iwan Baan