© Txema Salvans

La Barcelona a la que todos miran por su ejemplar modo de hacer ciudad es también la referencia a la hora de hacer vivienda. Contra las fiebres del mercado, el que se asume un bien primordial ha encontrado en la capital catalana el amparo de políticas públicas cuyo buen funcionamiento se debe en parte al buen hacer de sus arquitectos, que han sabido convertir el habitatge social en un laboratorio de innovación. Marta Peris y José Toral han aportado a este esperanzador panorama sus dos décadas de experiencia, demostrando que la calidad no está reñida con lo asequible y que el campo que otros reducen a meras fórmulas está lleno de posibilidades programáticas, espaciales y materiales.