Lugar, luz y labor: un manifiesto

Gong Dong 
31/12/2019


Desde principios de la década de 1980, China se ha centrado, sobre todo, en el desarrollo económico. Fue en ese momento cuando el país abrió sus puertas para integrarse en el mundo. En lo que toca a la práctica y el discurso teórico de la arquitectura, en China nos perdimos el bautismo de fuego global de la modernidad que empezó con la Bauhaus y que ha durado más de un siglo. Pero, a partir de los años 1980, han sido muchas las tendencias que han ido desafiando a los arquitectos: desde la posmodernidad y la deconstrucción —y otras tendencias de pensamiento— hasta la globalización, la informatización, la digitalización y el consumismo de siglo XXI. Todo parece ser posible.

Por otro lado, en las dos últimas décadas China se ha convertido en el gran solar de construcción del mundo. La rápida urbanización, los grandes cambios y la renovación de las ciudades han implicado, sin duda, muchas más oportunidades de trabajo que en cualquier otro sitio en el mundo. Con todo, ese modo de construir a una escala y una velocidad sin precedentes ha privado a los Gobiernos, a los promotores y a los arquitectos contemporáneos, de la implicación y de la búsqueda tanto de un diseño reflexivo y juicioso, como de una construcción de calidad... [+]


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